Muchos ven en la práctica del Karate únicamente una forma de defensa personal; otros ven en él una práctica deportiva de competición en la que triunfar significa ir pasando eliminatorias en los diferentes torneos en pos de conseguir el mayor número de medallas; algunos, simplemente, practican Karate para mejorar su salud y encontrarse mejor con ellos mismos. Independientemente de que uno busque cualquiera de las metas citadas, el Kárate es mucho más que todo eso. El karateka "tradicional" hace de esta disciplina su modo de vida, y esto trasciende a la actividad realizada en el dojo o lugar de entrenamiento. El practicante marcial ha de saber que su actitud en el dojo puede y debe ser aplicada a todas las demás actividades cotidianas que realice y, de esta forma, ha de hacer suyo el código del guerrero y afrontar cada problema de la vida diaria como un reto del que salir airoso. Dentro de este contexto de interrelación entre las artes marciales y la vida cotidiana cobra sentido la importancia del Dojo Kun, o conjunto de normas que rigen el funcionamiento interno de un dojo en particular y que dan sentido al arte de modo genérico. Éstas normas han de ser repetidas en alto por el Sensei o Sempai junto con sus alumnos al inicio y al final de cada entrenamiento. Conceptos como el de respeto, no violencia, tolerancia y amabilidad, por tanto, deben estar presentes en todos los actos del auténtico budoka, y le ayudarán a transitar por el difícil camino -do- del guerrero moderno.
Generalmente el Dojokun aparece también escrito a la entrada del dojo y, aunque cada estilo e incluso cada lugar de entrenamiento puede tener el suyo propio, en todos los Dojokun el significado y el mensaje suele ser muy parecido.
Veamos a continuación varios ejemplos de Dojo Kun de diferentes escuelas de Karate que me he ido encontrando en mis viajes por internet (en cualquier momento podréis echar un vistazo a la sección de enlaces de la página para, si lo deseáis, profundizar más en este tema).
Ejemplo 1
Entrenaremos firmemente nuestro corazón y nuestro cuerpo para tener un espíritu inconmovible.
Alimentaremos el verdadero significado del arte marcial del karate, para que a su debido tiempo nuestros sentidos puedan actuar mejor.
Con verdadero vigor procuraremos cultivar un espíritu de abnegación.
Observaremos las reglas de cortesía, respeto a nuestros superiores y nos apartaremos de la violencia.
Seguiremos a nuestro dios y las eternas verdades y jamás olvidaremos la verdadera virtud de la humildad.
Valoraremos la sabiduría y la fuerza, no procurando otros deseos.
Toda nuestra vida, y a través la disciplina del karate, procuraremos aprender el verdadero significado de la filosofía de la vida.
Ejemplo 2
Ante todo, esforzarse por la perfección del carácter.
-Itotsu - Jinkaku kansei ni Tsutomuro koto.
Este punto hace referencia al hecho de que el Karate es más que un mero deporte o ejercicio físico, y que ha de perseguir como objetivo el perfeccionamiento del caraácter y de la personalidad. La autodisciplina que nos da el entrenamiento construye en nosotros un fuerte espíritu de superación que es extrapolable a todos los ámbitos de la vida, ayudándonos a resolver los problemas que se nos plantean con decisión y temple.
Ante todo, defender los caminos de la verdad.
-Itotsu - Makoto no mishi wo Mamuro koto.
Nunca se debe perder la buena perspectiva, siendo ésta coherente con la verdad y no incurriendo en el autoengaño. La honestidad, pues, debe ser un valor fundamental.
Ante todo, fomentar el espíritu de esfuerzo y empeño.
-Itotsu - Doryoku no seishin wo Yashinou koto.
En el Karate, como en cualquier otro ámbito de la vida, el esfuerzo y el empeño que pongamos en la consecución de nuestras metas es directamente proporcional a la probabilidad que tenemos de conseguirlas. Alcanzar la maestría en el arte no es fácil, y hay que aprender a disfrutar de cada paso sin buscar en él un refuerzo inmediato: entrenarse ha de ser un fin en sí, y no un medio para alcanzar algo.
Ante todo, honrar los principios de etiqueta y respetar a los demás.
-Itotsu - Reigi wo Omonzuru koto.
El respeto hacia el Maestro o Sensei, a los compañeros de entrenamiento, y hacia el arte del Karate en sí resulta esencial para recorrer el camino. Esto queda claramente demostrado por el hecho de que todos los entrenamientos en el Dojo comienzan y terminan con un saludo (Rei). Esta parte resulta esencial, y toda clase o entrenamiento ha de acabar en posición de Seiza (arrodillados, con la mirada baja y los ojos cerrados o bien enfocando a unos metros por delante pero con la vista perdida en el infinito). Además, todo combate (Kumite) o Kata, independientemente del tipo que sea, comienza y remata con un saludo, lo que pone de manifiesto la influencia de la cultura Samurai en el Karate en concreto y en todas las artes marciales japonesas en general.
Ante todo, guardarse contra el valor impetuoso y el comportamiento violento.
-Itotsu - Kekki no yu wo Imashimuru koto.
El objetivo del Karate es lograr un profundo autocontrol y autoconocimiento, por lo tanto, cualquier reacción violenta basada en la ira carece de todo fundamento. La aplicación de las técnicas del Karate serán siempre en defensa propia, como último recurso, y buena prueba de ello es que todas las katas de este arte marcial comienzan con un movimiento defensivo.
Ejemplo 3
Dojo Kun de Shorei Kan, escrito por el Maestro Toguchi
Ante todo, sé siempre cortés y humilde.
Ante todo, cultiva un espíritu pacífico.
Ante todo, aprende a ser paciente.
Ante todo, esfuérzate en convertirte en una persona mejor.
Ante todo, busca el desarrollo del espíritu y las técnicas del Karate en la misma proporción.
Ante todo, aplica los principios del Karate a la vida cotidiana.
Ejemplo 4
Dojo Kun de Kyokushinkai
Dedicaremos todo nuestro esfuerzo al desarrollo espiritual, intelectual y físico.
Nos mantendremos alerta en la búsqueda del verdadero camino del arte marcial, así como de las enseñanzas de nuestros maestros.
Buscaremos con gran vigor cultivar un espíritu de abnegación.
Observaremos las reglas de la cortesía, respeto a nuestros superiores y nos abstendremos de la violencia.
Nunca olvidaremos la verdadera virtud de la humildad.
Nuestros únicos deseos serán buscar la sabiduría y fuerza física y mental.
A través de la disciplina del karate Kyokushinkai, buscaremos el completo y verdadero significado de este arte marcial.
Fuente: karatetotal.com
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